El Consejo de Ministros de la Unión Europea ha adoptado por unanimidad unas conclusiones para la futura Política Agrícola Común (PAC) posterior a 2027, orientada hacia una agricultura competitiva, sostenible y resiliente a las crisis, con un enfoque centrado en los agricultores. Las conclusiones subrayan la importancia estratégica de la PAC para garantizar la seguridad alimentaria, la estabilidad de los ingresos agrícolas y unos precios razonables para los consumidores. Se destaca la necesidad de mantener una PAC independiente y basada en dos pilares, con recursos adecuados para responder eficazmente a los múltiples objetivos del sector.
El Consejo enfatiza el apoyo a los jóvenes agricultores, el fomento de la renovación generacional y la mejora de la viabilidad de las zonas rurales, además de subrayar la importancia de simplificar los procedimientos y reducir la burocracia. También se resalta la necesidad de ofrecer incentivos adecuados para la transición ecológica y promover la sostenibilidad en el sector agrícola. Se reconoce la importancia de mejorar la competitividad de la cadena agroalimentaria, garantizar una distribución justa del valor añadido y proporcionar apoyo a las pequeñas explotaciones agrícolas.
Además, el Consejo ha señalado que la investigación, la innovación, la economía circular y la bioeconomía desempeñan un papel fundamental para alcanzar los objetivos climáticos y medioambientales en el sector agrícola. En cuanto a la resiliencia ante crisis, se aboga por una mayor flexibilidad en el uso de los instrumentos de la PAC, así como por procedimientos más rápidos en situaciones de emergencia, como fenómenos meteorológicos extraordinarios o crisis sanitarias.
Estas conclusiones servirán de orientación política para la Comisión Europea en la elaboración de las propuestas legislativas sobre la PAC posterior a 2027, con el objetivo de garantizar un sector agrícola competitivo, resiliente y sostenible para el futuro de la Unión Europea.
