La UE adapta las normas de responsabilidad por productos defectuosos a la era digital y la economía circular

En la Unión Europea han entrado en vigor nuevas normas sobre responsabilidad por productos defectuosos que reflejan las crecientes características digitales de los productos y la creciente economía circular.

El régimen de responsabilidad por productos defectuosos de la UE se estableció en 1985 para indemnizar a quienes hubieran sufrido lesiones físicas o daños materiales a causa de un producto defectuoso. Desde entonces, la evolución tecnológica, los nuevos modelos empresariales de economía circular y las cadenas de suministro cada vez más globales han hecho imprescindible la actualización de las normas.

Las nuevas normas cubren explícitamente productos como los programas informáticos, los sistemas de inteligencia artificial o los servicios digitales relacionados con los productos. Estos cambios benefician tanto a los consumidores como a los fabricantes. A los consumidores les resultará más fácil reclamar daños y perjuicios ante los tribunales, mientras que los fabricantes se beneficiarán de unas normas claras para los productos digitales y los modelos empresariales de economía circular. Además, la armonización de las normas de responsabilidad en toda la UE contribuirá a reducir los costes empresariales y dará a las empresas la seguridad que necesitan para invertir en productos innovadores.

Estas nuevas normas también tienen en cuenta el creciente número de productos en el mercado de la UE que se fabrican fuera de la UE, garantizando que siempre haya un operador económico dentro de la Unión al que una víctima pueda reclamar una indemnización. Por último, esta disposición también se aplica a los productos vendidos a través de plataformas en línea.

Seguridad de los productos en la UE

La seguridad de los productos sigue siendo una prioridad de la UE para proteger a los consumidores, fomentar la innovación y garantizar un mercado único justo y competitivo. La normativa sobre seguridad de los productos garantiza que todos los bienes vendidos en el mercado único de la UE cumplan estrictas normas de seguridad, salud y medio ambiente.

La Directiva sobre seguridad general de los productos se aplica a los productos no alimentarios y a todos los canales de venta. Establece obligaciones específicas para las empresas a fin de garantizar que todos los productos de consumo en la UE sean seguros. Muchos productos requieren el marcado CE, que confirma que cumplen las normas de la UE, antes de poder venderse. Si se considera que un producto no es seguro, se emiten alertas a través de Safety Gate, un sistema de alerta rápida que permite a los países de la UE compartir información sobre productos no alimentarios peligrosos, lo que posibilita la adopción rápida de medidas correctoras.

Por lo que respecta a los productos alimenticios, la UE cuenta con algunas de las normas de seguridad alimentaria más estrictas del mundo. Están reguladas por la legislación alimentaria general y respaldadas por la estrategia «de la granja a la mesa», que garantiza que los sistemas alimentarios sean justos, sanos y respetuosos con el medio ambiente.

Fuente: Comisión Europea

 

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