La tasa de uso circular de materiales es un indicador clave que mide la proporción de materiales reciclados utilizados dentro del total de materiales consumidos en un periodo determinado. Este indicador ofrece una visión del grado de implementación de prácticas de economía circular, como el reciclaje y la reutilización de materiales, y refleja cómo los recursos reciclados sustituyen a los recursos naturales primarios, contribuyendo al ahorro de materias primas y reduciendo el impacto ambiental de su extracción.
En 2023, la tasa de uso circular de materiales en la Unión Europea alcanzó el 11,8%, lo que representa un incremento del 0,3% en comparación con el año anterior (11,5%). La tasa más alta de circularidad se registró en los Países Bajos, con un 30,6%, seguido por Italia, con un 20,8%, y Malta, con un 19,8%. Estos países lideran el aprovechamiento de materiales reciclados en comparación con otros Estados miembros de la UE. Por otro lado, las naciones con las tasas más bajas de circularidad fueron Rumanía (1,3%), Irlanda (2,3%) y Finlandia (2,4%), lo que resalta la variabilidad en la implementación de estrategias de economía circular según el contexto nacional.
Figura 1. Tasa de uso circular en la Unión Europea en 2023. Fuente: Elaboración propia con datos de Eurostat.
A pesar de estos avances, la tasa de circularidad en la UE sigue siendo inferior a otros indicadores de circularidad, como las tasas de reciclaje, que rondan el 46%. Esto se debe a que algunos materiales no pueden ser reciclados, como los combustibles fósiles utilizados para la producción de energía o la biomasa destinada al consumo humano o utilizada como forraje.
Algunos ejemplos de materiales que se contabilizan en la tasa de circularidad incluyen alimentos, forraje, combustibles fósiles y materiales empleados en la producción de plásticos, infraestructuras y vehículos. Sin embargo, solo algunos de estos materiales terminan como desechos al final de su ciclo de vida, contribuyendo a las tasas de reciclaje.
Para alcanzar una tasa de circularidad más alta, es necesario adoptar un enfoque transformador que vaya más allá del reciclaje, como el reemplazo de los combustibles fósiles por fuentes de energía renovable (hidroeléctrica, eólica, solar, entre otras), el uso de tecnologías de producción más eficientes y la ampliación de la vida útil de los productos.
Los minerales metálicos y no metálicos lideraron la tasa de circularidad en 2023
El análisis de la evolución de la tasa de circularidad de materiales en los últimos años revela patrones de progreso y variabilidad significativos entre distintos tipos de materiales. En 2023, la tasa de circularidad más alta se registró en los minerales metálicos, alcanzando un 24,7%, lo que representa una ligera mejora con respecto a años anteriores, después de haber experimentado una tendencia a la baja entre 2014 y 2016. A partir de 2017, los minerales metálicos mostraron un repunte gradual, estabilizándose en torno al 22-23% antes de este aumento en 2023.
En contraste, la tasa de circularidad de los minerales no metálicos ha mostrado una tendencia descendente desde 2014, situándose en un 13,6% en 2023, lo que refleja los desafíos persistentes en su recuperación y reutilización. Por su parte, la biomasa experimentó un incremento constante a lo largo de los años, alcanzando un 10,1% en 2023, destacándose como uno de los sectores con mayor progreso hacia la circularidad, aunque aún presenta margen de mejora.
Los materiales de energía fósil, como plásticos y combustibles fósiles, continúan siendo los menos circulares, con una tasa de circularidad de solo 3,4% en 2023, con incrementos más moderados en las últimas décadas. Estos datos subrayan que, aunque se observan avances significativos en sectores como la minería metálica y la biomasa, la transición hacia una mayor circularidad sigue siendo un desafío, especialmente para los materiales derivados de los combustibles fósiles.
Figura 2. Tasa de circularidad en la Unión Europea por categorías (2023).
Elaboración propia con datos de Eurostat.
Fuente: Eurostat