La nueva estrategia de la UE para configurar una transición mundial limpia y resiliente

La nueva estrategia internacional de la Unión Europea en materia de clima y energía busca consolidar el papel de Europa en los mercados globales mediante una diplomacia activa y una cooperación reforzada. La visión propone una oferta global que combine la protección de los intereses estratégicos europeos con el apoyo a los socios internacionales en su propia transición energética. Al hacerlo, la UE pretende promover normas comunes para una transición justa y resiliente, al tiempo que responde a los nuevos desafíos de seguridad que afectan tanto a Europa como a sus aliados.

Esta estrategia amplía la dimensión exterior del Pacto Industrial Limpio, con el objetivo de que la UE se consolide como potencia industrial de tecnologías limpias. Europa aspira a suministrar soluciones energéticas sostenibles al mundo, fortalecer sus asociaciones y crear nuevas oportunidades de negocio para sus empresas. Para ello, busca aumentar la capacidad de fabricación de tecnologías limpias hasta alcanzar el 15 % del mercado tecnológico global, impulsando así la competitividad industrial y la independencia energética gracias al crecimiento sostenido de las energías renovables, que ya generan casi la mitad de la electricidad europea.

La UE reafirma su compromiso con un orden internacional basado en normas y con los objetivos del Acuerdo de París, promoviendo políticas de tarificación del carbono como herramienta esencial para reducir emisiones y fomentar la innovación. La Unión intensificará la cooperación internacional mediante alianzas bilaterales y multilaterales, acuerdos de libre comercio y asociaciones verdes, además de apoyar a otros países en la creación de sistemas de precios del carbono a través de grupos de trabajo especializados.

Entre las principales acciones destacan el impulso político a los foros multilaterales sobre clima, la promoción global de las empresas europeas de tecnología limpia, y la movilización de inversiones a través del programa Global Gateway. También se propone reformar las instituciones financieras internacionales para facilitar una transición energética justa y resiliente. Esta estrategia complementa el Pacto Industrial Limpio de 2025 y reafirma el compromiso de la UE de alcanzar la neutralidad climática en 2050, tras haber reducido sus emisiones en un 37 % desde 1990 y consolidarse como el mayor financiador mundial de la acción climática.

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