La Comisión Europea ha anunciado el 1 de abril de 2025 una revisión de la política de cohesión de la UE con el objetivo de fortalecer la competitividad, promover la descarbonización y reforzar la seguridad y defensa en el continente. Además, se busca prestar especial atención a las regiones fronterizas orientales, la vivienda asequible, la resiliencia del agua y la transición energética.
Esta actualización pretende optimizar la eficacia de la política de cohesión, incentivando a los Estados miembros y regiones a canalizar inversiones hacia las prioridades estratégicas de la Unión, además de tratar de reducir las desigualdades económicas, sociales y territoriales. En el marco de la revisión intermedia en curso, los Estados miembros serán invitados a reasignar parte de sus fondos de cohesión 2021-2027 para estas nuevas prioridades.
Apoyo a la transición energética
Los fondos de cohesión respaldarán inversiones en interconectores energéticos, sistemas de transporte relacionados y expansión de infraestructuras de recarga para vehículos eléctricos. Estas medidas pretenden acelerar la transición energética y fomentar una movilidad más sostenible. También se facilitará la financiación de iniciativas de descarbonización.
Impulso a la competitividad y la innovación
La Comisión propone ampliar la cobertura del Fondo Europeo de Desarrollo Regional a grandes empresas en sectores estratégicos como la defensa, la tecnología y la descarbonización. Asimismo, se alienta a los Estados miembros a incrementar la inversión en tecnologías estratégicas a través de la Plataforma de Tecnologías Estratégicas para Europa, con el objetivo de reforzar la competitividad y la capacidad innovadora del continente.
Apoyo a la industria de defensa y a las regiones fronterizas orientales
La propuesta contempla el uso de los fondos de cohesión para mejorar la infraestructura de movilidad militar y fortalecer la capacidad productiva de pequeñas y grandes empresas del sector defensa en toda la UE. Las regiones fronterizas orientales, que han sido especialmente afectadas por la agresión rusa contra Ucrania, recibirán un nivel de prefinanciación preferencial si destinan al menos un 15 % de sus fondos a estas nuevas prioridades estratégicas.
Incremento en la financiación para vivienda asequible
Siguiendo las directrices políticas de la Presidencia, la Comisión sugiere duplicar los recursos destinados a vivienda asequible dentro de la política de cohesión. Se permitirá a los Estados miembros movilizar tanto financiación pública como privada a través de un nuevo instrumento financiero desarrollado en conjunto con el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Este mecanismo combinará fondos de cohesión con recursos del BEI y otras entidades financieras internacionales, así como bancos nacionales y comerciales.
Refuerzo de la resiliencia hídrica
Los Estados miembros podrán destinar más inversiones a mejorar la resiliencia hídrica, con digitalización de infraestructuras, la mitigación de sequías y la lucha contra la desertificación.
Incentivos financieros para inversiones estratégicas
Todos los proyectos de cohesión alineados con las prioridades estratégicas de la UE podrán recibir hasta un 30 % de prefinanciación. Aquellos programas que destinen al menos un 15 % de sus fondos a estas áreas clave contarán con un nivel de anticipo aún mayor. Asimismo, la financiación de la UE cubrirá hasta el 100 % de los costes de inversión en prioridades estratégicas en todas las regiones.
Próximos pasos
Con un presupuesto de 392 000 millones de euros para el período 2021-2027, la política de cohesión representa el principal instrumento de inversión de la UE. De acuerdo con la normativa vigente, la revisión intermedia permitirá a los Estados miembros evaluar el desarrollo de sus programas y ajustarlos a las prioridades políticas actualizadas en 2025.
El Parlamento Europeo y el Consejo discutirán las modificaciones propuestas en el marco de la revisión intermedia de la política de cohesión de 2025. La Comisión Europea busca concluir este proceso de reprogramación junto con los Estados miembros y regiones en 2025, con la intención de que los nuevos programas puedan implementarse a comienzos de 2026.