La Comisión Europea adoptó el 27 de noviembre la nueva Estrategia Europea de Bioeconomía, un marco estratégico para impulsar la desfosilización de la economía, sustituir insumos fósiles y acelerar las inversiones para un despliegue industrial de materiales, combustibles y tecnologías biobasadas. La estrategia reconoce la bioeconomía como un pilar estructural de la competitividad y la soberanía estratégica europeas, destacando que aporta 2.700 millones de euros y el 8 % del empleo en la UE, y que en la última década ha crecido más rápido que la economía general. Esta nueva Estrategia amplía y expande sobre la base de la Estrategia de Bioeconomía de 2012 y sus actualizaciones de 2018 y 2022, desplazando el foco hacia el despliegue industrial, la ampliación de mercados y la competitividad.
Con esta nueva estrategia, la UE apoyará actividades que ofrezcan soluciones sostenibles que aprovechen el potencial de nuestros recursos biológicos en sectores como la agricultura, la transformación de biomasa, la biofabricación o las biotecnologías. La Estrategia destaca la necesidad de liberar el potencial no aprovechado de la bioeconomía europea, limitado en gran parte por la falta de inversiones a lo largo de la cadena de valor. Se priorizan así los sectores con soluciones de base biológica en etapas avanzadas de madurez tecnológica, con el fin de acelerar su entrada al mercado y generar impactos tangibles en la expansión del sector.
La Estrategia de Bioeconomía se articula en cuatro líneas de acción prioritaria: escalar la innovación y las inversiones, desarrollar mercados líderes para materiales y tecnologías de base biológica, garantizar un suministro sostenible de biomasa y aprovechar las oportunidades y alianzas mundiales.
- Para acelerar el paso del laboratorio al despliegue industrial, se señala la necesidad de incrementar la inversión tanto pública como privada, así como promover un entorno normativo racionalizado, eliminando las barreras existentes. La Comisión establece el compromiso de crear un marco regulador coherente y simplificado, salvaguardando al mismo tiempo las normas de seguridad de la UE. Para este propósito, la Comisión propone, entre otras medidas, la creación de un European Bioeconomy Regulators & Innovators Forum, un espacio para compartir mejores prácticas, medir el progreso y acelerar las autorizaciones para nuevas soluciones innovadoras de base biológica. Para estimular la innovación y la inversión, se proponen una serie de instrumentos políticos y financieros, enfocados en reducir los riesgos de inversión y apoyar la difusión de tecnologías, proyectos piloto y demostraciones. Destaca la propuesta de convocar un Grupo de Despliegue de Inversiones en Bioeconomía para crear una cartera de proyectos financiables, compartir el riesgo de manera más efectiva y atraer capital privado. Esta iniciativa menciona el impulso específico a biorrefinerías, biomanufactura, y fermentación avanzada.
- La Comisión identifica mercados innovadores para materiales y tecnologías de base biológica, con un alto potencial de crecimiento económico y beneficios medioambientales, como las biorrefinerías, los fertilizantes, los bioplásticos, la fermentación avanzada o el almacenamiento permanente de carbono biogénico. La Comisión propone diversos instrumentos políticos y financieros para impulsar el desarrollo de estos ‘lead markets’, destacando la creación de la Bio-based Europe Alliance (BEA), que reunirá a las empresas de la UE para comprar colectivamente soluciones de base biológica por valor de 10.000 millones de euros de aquí a 2030. Se establece el “uso eficiente de la biomasa,” como principio orientador, canalizando la biomasa hacia los usos de mayor valor añadido, priorizando alimentación, luego bioproductos y finalmente energía, pero teniendo en consideración las condiciones locales y de mercado. La Estrategia invita a los Estados miembros a promover este uso eficiente mediante estrategias nacionales de bioeconomía, apoyadas por el “Knowledge Centre for Bioeconomy”.
- Con el objetivo de garantizar la autosuficiencia en biomasa de cara al futuro, la Estrategia hace hincapié en la sostenibilidad del abastecimiento de biomasa, impulsando medidas que mantengan la capacidad productiva, la salud ecosistémica y la resiliencia de los recursos. En este ámbito se pone especial atención en la circularidad y se prioriza aumento del valor de la biomasa secundaria, como los residuos agrícolas, los subproductos y los residuos orgánicos. En particular, se resalta la importancia de la circularidad en ciclos de nutrientes, como el uso de RENURE para reducir la dependencia de fertilizadores sintéticos. La Comisión pondrá en marcha iniciativas que recompensen a los agricultores y silvicultores que protegen los suelos, mejoran los sumideros de carbono y apoyan el uso sostenible de la biomasa. Además, el “Knowledge Centre for Bioeconomy” reforzará el uso sostenible de la biomasa mediante el uso de datos y modelización.
- Con el objetivo de aprovechar las oportunidades y alianzas globales, la Comisión destaca el buen posicionamiento de la UE para convertirse en un líder mundial en tecnologías, materiales, productos y experiencia sostenibles de base biológica. El objetivo es apoyar desde la UE el acceso de las industrias europeas a los mercados mundiales en condiciones justas, garantizando alianzas que reduzcan la vulnerabilidad y velando por que Europa no dependa de una sola región o de un solo recurso. Como parte de esta línea de acción, se recalca el uso de acuerdos comerciales, asociaciones y diálogos regulatorios. También se enfatiza el rol de la UE en dar forma a la agenda política mundial en bioeconomía a través de su participación en organizaciones internacionales y el establecimiento de hubs regionales para la investigación e innovación en bioeconomía.
La Estrategia destaca la necesidad de crear sinergias a nivel nacional, regional y local, ámbitos fundamentales para su implementación. Por ello, la Comisión impulsa a los estados miembros a adoptar sus propias estrategias nacionales para la bioeconomía que definan su perfil estratégico y fomenten la capacitación laboral para aprovechar las nuevas oportunidades. A nivel de implementación, la Estrategia incluye un calendario regulatorio y financiero con acciones 2025-2030, asumiendo el compromiso de reportar el progreso conseguido en 2028.
Referencias directas a los modelos de negocio de la biocircularidad
La Estrategia reconoce explícitamente todos los subsectores representados en Biocirc:
Bioenergía, biogás y biometano
El documento confirma el papel estratégico de los biogases como vector energético renovable, descarbonizador y territorial. En concreto, la Estrategia pone como ejemplo de circularidad el modelo de valorización de biomasa secundaria (bio-waste y residuos agrícolas y ganaderos) para la producción de biogás y biometano, luego aprovechando el digestato como fertilizante de base biológica. La Comisión apoyará a través del próximo “Circular Economy Act” este modelo de valorización mediante un Acuerdo Tripartito.
Biocombustibles avanzados, SAF y marítimo
La Comisión subraya la importancia de la disponibilidad de biomasa sostenible en sectores difíciles de descarbonizar, como el transporte marítimo y aéreo, en un contexto de creciente demanda impulsada por ReFuelEU y FuelEU Maritime. Esto indica que SAF y marítimo aparecen como sectores ancla del despliegue bioindustrial europeo. Adicionalmente, se identifica el desarrollo de las biorrefinerías avanzadas como un mercado líder en tecnología, con la capacidad de transformar la biomasa para aplicaciones de alto valor como la producción de biocombustibles.
Combustibles sintéticos y CO₂ biogénico
La Estrategia concede relevancia al carbono biogénico como materia prima industrial: su captura y uso se valora como un apoyo clave al liderazgo en la descarbonización de los procesos térmicos industriales. Como instrumento de apoyo regulatorio, la Comisión propone desarrollar una metodología de certificación para el almacenamiento del CO₂ biogénico bajo el Reglamento CRCF (Carbon Removal and Carbon Certification Framework) de manera que pueda ser reconocido en el sistema EU ETS (Emissions Trading System). Adicionalmente, el Innovation Fund apoyará proyectos de captura, uso y almacenamiento de CO₂ biogénico (Bio-CCUS).
Además, se incluye en la ruta de combustibles sintéticos ya que la Comisión impulsará el la captura y uso del carbono biogénico como parte del proceso de los e-fuels basados en biometano y fuentes renovables.
Bioproductos y química biobasada
Los “lead markets” son aquellos donde la producción de soluciones (materiales y tecnologías) de base biológica tiene mayor potencial de impacto en el crecimiento de bioeconomía. Entre los mercados de materiales se destaca en particular: los polímeros y plásticos biobasados, textiles y fibras, químicos biobasados, materiales estructurales, fertilizantes biogénicos y bioinsumos y materiales avanzados (anodos biobasados, composites lignocelulósicos, mycelium). La Estrategia pone el énfasis en la capacidad que estos bioproductos tienen de reducir la dependencia de importaciones, reducir la huella de carbono de la UE, fortalecer las cadenas de valor, impulsar el uso eficiente de los recursos y de crear valor a nivel local y regional.
Para apoyar la demanda e inversión, se propone la introducción de objetivos de biocontenido, abriendo así un mercado regulado para bioproductos.
Biorrefinerías avanzadas y biomanufactura
Identificado como lead market, el desarrollo de biorrefinerías se considera como infraestructura crítica de la transición industrial europea. Para apoyar este desarrollo, la Comisión junto al EIB (European Investment Bank) continuarán haciendo uso de instrumentos de blended-finance, acelerando el despliegue de biorrefinerías innovadoras. Adicionalmente, con el objetivo de apoyar la emergencia de clústers regionales, la Comisión facilitará el desarrollo de “Valles de Simbiosis Industrial”, coordinando la disponibilidad de materias primas, infraestructura y planificación de inversiones a nivel territorial.
La Estrategia tiene amplias implicaciones para el sector biocircular a través de sus cuatro líneas de acción. La eliminación de barreras y el impulso a la inversión a través de diversos instrumentos regulatorios tiene el potencial de abrir mercado y facilitar la entrada a proyectos del sector de la biocircularidad. El apoyo explícito a la valorización de la materia orgánica y los residuos, destacando los residuos agrícolas y ganaderos, los residuos y subproductos industriales o los residuos forestales y subproductos madereros, supone para España una oportunidad de liderazgo, pudiendo aprovechar la abundancia de biomasa y la capacidad industrial de nuestro país.