La última edición del World Energy Outlook 2024 de Agencia Internacional de la Energía (IEA) examina cómo los cambios en las tendencias del mercado, la evolución de las incertidumbres geopolíticas, las tecnologías emergentes, el avance de las transiciones hacia energías limpias y los crecientes impactos del cambio climático están cambiando lo que significa tener sistemas energéticos seguros. En particular, el nuevo informe subraya que las tensiones geopolíticas y la fragmentación actuales están creando riesgos importantes tanto para la seguridad energética como para la acción mundial en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las previsiones del informe, basadas en las políticas actuales, indican que el mundo entrará en un nuevo contexto del mercado energético en los próximos años, marcado por los riesgos geopolíticos, pero también por una oferta relativamente abundante de múltiples combustibles y tecnologías. Esto incluye un exceso de oferta de petróleo y gas natural licuado (GNL) que se hará patente durante la segunda mitad de la década de 2020, junto con un gran exceso de capacidad de fabricación de algunas tecnologías clave de energías limpias, en particular la solar fotovoltaica y las baterías.
«En la segunda mitad de esta década, la perspectiva de un suministro más abundante -o incluso excedentario- de petróleo y gas natural, dependiendo de cómo evolucionen las tensiones geopolíticas, nos llevaría a un mundo energético muy distinto del que hemos vivido en los últimos años durante la crisis energética mundial», afirmó Fatih Birol, Director Ejecutivo de la AIE.
Figura 1: Capacidad excedentaria de crudo OPEP+ en el Escenario de Políticas Establecidas, 2023 y 2030
Figura 2: Capacidad de licuefacción de GNL y utilización en el Escenario de Políticas Establecidas, 2023 y 2030
Esto implicaría una presión a la baja sobre los precios, proporcionando cierto alivio a los consumidores que se han visto duramente afectados por las subidas de precios. El informe apunta a que el respiro de las presiones sobre los precios de los combustibles puede proporcionar a los responsables políticos espacio para centrarse en intensificar las inversiones en transiciones hacia energías limpias y eliminar los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles.
Esto significa que las políticas gubernamentales y las decisiones de los consumidores tendrán enormes consecuencias para el futuro del sector energético y para la lucha contra el cambio climático, asegura Birol.
Según el informe, las fuentes de bajas emisiones generarán más de la mitad de la electricidad mundial antes de 2030 y se prevé que la demanda de los tres combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) alcance su punto máximo a finales de la década. Las energías limpias están entrando en el sistema energético a un ritmo sin precedentes, pero su despliegue dista mucho de ser uniforme en todas las tecnologías y mercados. En este contexto, el informe 2024 también muestra que los contornos de un nuevo sistema energético más electrificado se están perfilando a medida que se dispara la demanda mundial de electricidad. El consumo de electricidad ha crecido a un ritmo dos veces superior al de la demanda total de energía en la última década, y dos tercios del aumento mundial de la demanda de electricidad en los últimos diez años proceden de China.
«En anteriores Perspectivas de la Energía en el Mundo, la AIE dejó claro que el futuro del sistema energético mundial es eléctrico, y ahora está a la vista de todos», afirmó Birol. «En la historia de la energía, hemos sido testigos de la Era del Carbón y la Era del Petróleo – y ahora estamos avanzando a toda velocidad hacia la Era de la Electricidad, que definirá el sistema energético mundial en el futuro y se basará cada vez más en fuentes limpias de electricidad.»
Como ocurre con muchas otras tendencias energéticas mundiales en la actualidad, China es una parte importante de lo que está ocurriendo:
«Ya se trate de la inversión, la demanda de combustibles fósiles, el consumo de electricidad, el despliegue de las energías renovables, el mercado de los vehículos eléctricos o la fabricación de tecnologías limpias, ahora estamos en un mundo en el que casi todas las historias energéticas son esencialmente una historia de China».
Sólo un ejemplo: La expansión de la energía solar en China se está produciendo a un ritmo tal que, a principios de la década de 2030 -dentro de menos de diez años-, la generación de energía solar en China podría superar por sí sola la demanda total de electricidad de Estados Unidos en la actualidad».
Fuente: IEA