Este informe actualizado de IEA Bioenergy muestra las tendencias de la bioenergía en la UE, destacando el papel que tiene en su combinación energética. El análisis se basa en los datos de los Balances Energéticos Mundiales 2024 de la IEA y la Información sobre Renovables, combinados con las aportaciones de los miembros de su Comité Ejecutivo de Bioenergía.
Estos son algunos de los puntos destacados del informe:
- Las energías renovables representaron el 18% del suministro total de energía en la UE27 en 2022. La cuota de energía renovable en el consumo final de energía fue del 22%, de la cual el 60% procedía de la biomasa.
- El suministro de energía en la UE sigue dependiendo en un 70% de los combustibles fósiles, en particular el petróleo y el gas. En cuanto a los combustibles fósiles, la Unión Europea tiene una gran dependencia de las importaciones (95% para el petróleo, 88% para el gas y 53% para el carbón), lo que hace que su consumo de energía dependa en gran medida de las energías renovables. En cuanto a los combustibles fósiles, la Unión Europea tiene una elevada dependencia de las importaciones (95% para el petróleo, 88% para el gas y 53% del carbón), lo que hace que su producción energética y su economía sean bastante vulnerables.
- A diferencia de los combustibles fósiles, en el caso de los vectores bioenergéticos y los residuos (utilizados para producir energía) la dependencia neta de las importaciones es inferior al 5%. De hecho, la producción de vectores bioenergéticos y residuos en la UE es similar a la producción combinada de petróleo, gas natural y carbón en la UE. En varios países europeos la bioenergía ha contribuido notablemente a la seguridad energética.
- Los biocombustibles sólidos (para uso residencial, industrial y para su transformación en electricidad y/o calor) representan casi el 70% del suministro de bioenergía, pero los biocombustibles líquidos, el biogás y los residuos renovables también desempeñan un papel sustancial.
- La producción de electricidad en la UE puede dividirse en tres partes: energía de origen fósil con un 38%, energía nuclear con un 22% y energía renovable con un 39% en 2022. La energía fósil se basa en gran medida en el gas natural, pero también el carbón sigue teniendo una parte importante en la producción de electricidad.
- La energía renovable consiste en una cantidad estable de energía hidroeléctrica, una cantidad ligeramente creciente de electricidad basada en la biomasa (que produce el 6% de la energía de la UE, a menudo en modo de cogeneración) y porcentajes en rápido aumento de energía eólica y solar.
- La producción de calor y la energía para el transporte siguen dominadas por los combustibles fósiles. La bioenergía y los biocombustibles son las principales fuentes de energía renovable en estos sectores.
- El consumo de combustible/calefacción (excluida la calefacción eléctrica) en la UE sigue basándose en casi un 70% en combustibles fósiles (sobre todo gas), con un 18% de uso directo de biomasa para calefacción en el sector residencial y en las industrias. El calor distribuido representa el 12% del suministro de calor, del que casi un tercio se basa en la biomasa.
- El gasóleo representa dos tercios de la energía del transporte en la UE, por lo que los biodiésel desempeñan un papel importante. Entre 2004 y 2010 se produjo un fuerte aumento de los biocarburantes hasta un nivel combinado del 5% (en energía) de la energía del transporte. Sin embargo, estos niveles se estancaron entre 2010 y 2016 -debido a la incertidumbre sobre las restricciones al cambio indirecto del uso de la tierra (iLUC)-, mientras que el consumo de combustibles fósiles en el transporte siguió aumentando. En los últimos años, el crecimiento de los biocombustibles se ha reanudado de nuevo.
- Por término medio, el biodiésel (FAME y HVO juntos) representaba el 7,2% en energía del consumo de diésel en 2022.