El análisis ‘Perspectivas de la tecnología energética para 2024’, publicado en octubre de 2024 por la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés), muestra la compleja interacción entre las políticas energéticas, industriales y comerciales de los países que tratan de asegurar sus cadenas de suministro y sus oportunidades económicas.
La rápida adopción de tecnologías energéticas limpias ofrece grandes oportunidades a los países que desean fabricarlas y comercializarlas, pero también plantea decisiones difíciles a los gobiernos, que se enfrentan a tensiones y compensaciones en función de las políticas industriales y comerciales que opten por seguir.
La última entrega de la publicación sobre tecnología más importante de la IEA se centra en las perspectivas de las seis principales tecnologías de energías limpias fabricadas en serie: energía solar fotovoltaica, turbinas eólicas, coches eléctricos, baterías, electrolizadores y bombas de calor.
Figura 1. Inversión mundial en tecnología y materiales de energía limpia limpios, 2022-2023
Según las políticas actuales, el mercado mundial de estas tecnologías pasará de 700.000 millones de dólares en 2023 a más de 2 billones en 2035, una cifra cercana al valor del mercado mundial de petróleo crudo en los últimos años. También se prevé un fuerte aumento del comercio de tecnologías limpias. Dentro de una década, se habrá más que triplicado hasta alcanzar los 575.000 millones de dólares, más de un 50% más que el comercio mundial de gas natural en la actualidad.
El informe, que también examina materiales clave como el acero y el aluminio, proporciona un marco analítico único para que los responsables políticos naveguen por el dinámico y complejo panorama de la fabricación y el comercio de energías limpias.
Basándose en un conjunto de datos ascendentes y en modelos cuantitativos basados en las políticas de los países, describe el estado actual de la fabricación y el comercio de energías limpias y cómo van a evolucionar. Al hacerlo, explora cómo los países en diferentes etapas de desarrollo pueden aprovechar los beneficios de la economía energética emergente, al tiempo que tratan de garantizar transiciones energéticas limpias seguras y rentables.
«El mercado de las tecnologías limpias va a multiplicar su valor en la próxima década, alcanzando cada vez más a los mercados de combustibles fósiles. A medida que los países tratan de definir su papel en la nueva economía energética, tres áreas políticas vitales -energía, industria y comercio- se interrelacionan cada vez más. Mientras que esto deja a los gobiernos con decisiones difíciles y complicadas por delante, este nuevo y revolucionario informe de la IEA proporciona una base sólida y basada en datos para sus decisiones», aseguró el Director Ejecutivo de la IEA, Fatih Birol.
«Las transiciones energéticas limpias presentan una gran oportunidad económica, como hemos demostrado, y los países están intentando, con razón, capitalizarla. Sin embargo, los gobiernos deben esforzarse por desarrollar medidas que también fomenten la competencia continua, la innovación y la reducción de costes, así como el progreso hacia sus objetivos energéticos y climáticos».
