La International Energy Agency – Bioenergy ha publicado un estudio sobre ‘Tecnologías avanzadas de clasificación en el sector de los residuos‘ en el que aboga por una economía circular donde los materiales puedan recuperarse y convertirse en nuevos productos de alto valor o reutilizarse manteniendo el material siempre que sea seguro desde el punto de vista medioambiental y sanitario. Considera además que el desarrollo e implementación de tecnologías de clasificación inteligente en la industria de la gestión de residuos genera nuevas posibilidades para mantener los materiales en circulación y crear futuras oportunidades de negocio.
El propósito de este informe es inspirar mediante ejemplos, pudiendo los países obtener apoyo en la implementación de soluciones en el sector de los residuos y/o recursos mediante la conversión de residuos en energía, lo que facilita la transición hacia la circularidad. A su vez, busca sensibilizar sobre la generación de energía sostenible a partir de residuos de biomasa y fracciones de desechos, incluidos los residuos municipales domésticos. Además, se enfoca en el aumento de diseminación de esta información técnica.
El informe señala la importancia que tendrá el uso de la IA y las herramientas digitales en el sector de los residuos y la energía. Con la aplicación de éstas en la clasificación de residuos, las tecnologías de separación avanzadas permitirán aumentar el tipo y el número de materiales que se pueden separar, mejorando la calidad, optimizando el proceso en términos de eficiencia, tiempo y costos; pero también reduciendo la necesidad de clasificación manual en este entorno de trabajo, a través de la implementación de procesos automatizados con un impacto positivo en la sociedad. El mayor resultado obtenido es un doble efecto positivo ambiental:
- recuperación de material para ser enviado a reciclaje evitando la extracción de nuevos recursos;
- parte del material recuperado no será depositado en vertederos o incinerado, y evitará la incineración de fracciones de residuos, como los plásticos de origen fósil, conduciendo a una mitigación de las emisiones de CO2 de las plantas de conversión de residuos en energía, y al mismo tiempo se aproxima a la limitación de esta vía a las fracciones no reciclables.
El informe, elaborado bajo el ámbito de “valorización material y energética de residuos en una economía circular” por parte de IEA Bioenergy, incluye dos estudios que destacan el uso de nuevas tecnologías en la industria de la gestión de residuos para aumentar la recuperación material de fracciones de residuos. El material recuperado tiene una calidad suficiente para ser reciclado, contribuyendo a alcanzar los objetivos de reciclaje. Los casos incluidos son:
- SITE ZERO (Svensk Plaståtervinning i Motola AB) en Motola, sur de Suecia: La tecnología de clasificación inteligente de Site Zero, una planta de clasificación de plástico de última generación en Suecia, tiene como objetivo lograr una economía circular para los envases de plástico. Tiene capacidad para recibir todos los envases de plástico generados por los hogares suecos y clasificar los envases de plástico mixtos de los hogares en 12 fracciones diferentes. La novedad de esta planta radica en la combinación de tecnologías.
- AMP ONE Cleveland (AMP) en Cleveland, Ohio (EEUU): Esta instalación es un escaparate para el uso de la clasificación impulsada por IA para aumentar las tasas de reciclaje y recuperar económicamente los materiales reciclables en EEUU. Clasifica todos los productos reciclables tradicionales (es decir, HDPE, PP), pero también clasifica los flujos avanzados y personalizados, como las pacas (por color y opacidad); materia prima de pirólisis; y materia prima de metanólisis.
El desarrollo e implementación de nuevas tecnologías de clasificación inteligente genera nuevas posibilidades para mantener los materiales en circulación y crear oportunidades de negocio dentro de la industria de gestión de residuos. La recuperación de materiales es clave para evitar que el material se deposite en vertederos, y el enfoque de gestión sigue siendo uno de los más comunes. Al mismo tiempo, la conversión de residuos en energía para reducir las emisiones de CO2, buscando soluciones más neutras en CO2 (o incluso negativas).