La Asociación Europea del Biogás (EBA) ha elaborado el informe ‘Gasificación: diversificación del tratamiento de la biomasa y aprovechamiento de los residuos‘ en el que analiza la situación de la gasificación de biomasa y residuos en Europa. El documento hace hincapié en las políticas pertinentes que impulsan su despliegue; los aspectos tecnológicos clave de este campo —como el pretratamiento de la materia prima, los parámetros operativos de la gasificación—, y las tecnologías más avanzadas; las vías de mejora para convertir el gas de síntesis resultante de la gasificación en diversos productos finales; así como las consideraciones económicas y de mercado que afectan al sector de la gasificación, sobre todo en cuanto a los aspectos tecnoeconómicos.
Según el informe, Europa alberga actualmente unas 141 instalaciones de gasificación de biomasa y residuos, con otros 54 proyectos en desarrollo. Alemania encabeza la lista con 61 instalaciones, mientras que Francia, Finlandia e Italia se perfilan también como importantes contribuyentes a este mercado en expansión.
El 75% de la materia prima utilizada en la gasificación procede de residuos forestales y agrícolas. Los flujos de residuos representan alrededor del 7%, mientras que el resto de las instalaciones utilizan fuentes de alimentación mixtas.
«La gasificación representa un doble beneficio», explica Anastasiya Agapova, responsable técnica y de proyectos de la EBA. «Proporciona una fuente de energía fiable y sostenible al tiempo que ofrece una solución de economía circular al reciclar materiales de desecho, reducir el uso de vertederos y mitigar la contaminación ambiental. Además, ofrece una vía prometedora para la producción de biometano mediante el procesamiento de flujos de biomasa difíciles de digerir. El gas de síntesis producido puede mejorarse a través de una variedad de procesos para obtener diversos productos finales, incluido metano puro -conocido como biometano-, lo que desbloquea un potencial aún mayor para aplicaciones de energía renovable».
El potencial de gasificación en Europa es significativo, con estimaciones que indican una capacidad de producción de 37.000 millones de metros cúbicos (bcm) para 2040, lo que representa el 33% del potencial total de producción de biometano (111 bcm). Esto pone de relieve que la gasificación es un componente fundamental para diversificar y ampliar la producción de biometano en toda la región. Según las estimaciones actuales, Europa podría evitar la emisión de 536 millones de toneladas de CO2 al año, suministrar energía renovable a 100 millones de hogares europeos durante todo el año o abastecer de combustible a 2 millones de camiones de GNL al año.
El mercado de la gasificación de biomasa y residuos presenta importantes oportunidades de crecimiento e inversión. El desarrollo y la adopción continuos de tecnologías avanzadas de gasificación, con el apoyo de políticas favorables y asociaciones público-privadas, son esenciales para aprovechar todo el potencial de este mercado.