El Parlamento Europeo ha aprobado en sesión plenaria este abril de 2025 una resolución que establece una hoja de ruta para reforzar la competitividad de las industrias electrointensivas y facilitar su transición hacia procesos industriales limpios.
Las industrias electrointensivas (acero, cemento, vidrio, papel, productos químicos, etc.) son consideradas fundamentales para la economía de la Unión Europea, la creación de empleo y la autonomía estratégica del continente. Sin embargo, los eurodiputados advierten que estos sectores se enfrentan a desafíos en su avance hacia tecnologías más limpias.
El texto subraya la necesidad de una transición rentable, basada en una combinación de tecnologías que reduzcan los costes energéticos y eviten efectos de bloqueo. Entre los principales obstáculos identificados para la competitividad industrial europea se encuentran las diferencias de precios energéticos con competidores globales, la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles, la falta de una unión energética, la carga regulatoria y los complejos mecanismos de financiación, especialmente para las pymes. Asimismo, el Sistema de Comercio de Emisiones enfrenta tensiones debido a cambios en el mercado y a un uso desigual de los ingresos entre los Estados miembros, lo que dificulta el despliegue de apoyos adecuados para la descarbonización industrial.
Entre las medidas propuestas, se reclama una agilización en los permisos para proyectos de energías limpias, la plena implementación de la reforma del diseño del mercado eléctrico, una mayor integración del sistema energético y más inversiones en infraestructuras de red. También proponen estudiar nuevas vías para desvincular los precios del gas fósil del coste de la electricidad y adelantar al año 2025 el análisis de los mercados a corto plazo, con el fin de valorar opciones de rediseño del mercado.
El Parlamento destaca la importancia de contar con reglas más simples y con un suministro seguro de materias primas críticas y secundarias para atraer inversiones privadas, avanzar en la descarbonización y reducir las dependencias de terceros países.
En cuanto a la competencia internacional, se aboga por aplicar con eficacia el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM) y por fomentar mercados líderes para productos europeos sostenibles. La resolución incluye el apoyo a los trabajadores y regiones afectadas, con el objetivo de garantizar que la industria europea siga siendo competitiva a nivel global mientras avanza hacia la neutralidad climática.
La resolución se fundamenta en trabajos previos como el Informe Draghi, el Informe Letta y las comunicaciones de la Comisión Europea sobre el Clean Industrial Deal y el Action Plan for Affordable Energy.