A pesar de que los combustibles sólidos de biomasa constituyen la principal fuente de bioenergía (70,3 % en 2021) y de energías renovables (41,5 % en 2021) de la Unión Europea, el consumo de energía a nivel comunitario a partir de estos disminuyó en un 4,8 % en 2023 (95,3 Mtep) respecto a 2022 (100,1 Mtep), y en un 8,8 % respecto a 2021 (104,5 Mtep), según datos del último Barómetro sobre consumo y producción de energía a partir de combustibles sólidos de biomasa publicado por EurObserv’ER.
Aunque se trata de una tendencia generalizada en la mayoría de los países de la Unión, existen algunas excepciones, como el caso de España, donde se observa un incremento del 3,2 % en 2023 (5,46 Mtep) respecto a 2022 (5,29 Mtep).
Algunos de los factores que ayudan a entender la disminución en producción de energía a partir de combustibles sólidos de biomasa son el alza en los precios de estos combustibles y las condiciones climáticas. Aunque los precios de los pellets de madera se redujeron en 2023 respecto a 2022, cuando llegaron a duplicarse respecto al año anterior, todavía se encuentran por encima de los precios del periodo 2016-2021, durante el cual se mantuvo un aumento sostenido en la producción de energía a partir de combustibles sólidos de biomasa. De acuerdo con los datos facilitados por la Agencia Argus Media, el precio de los pellets de madera en 2024 es de 157 €/t, por debajo del máximo observado en 2022 (286 €/t) pero todavía superior al precio medio entre el 2016 y el 2021 (143 €/t).
Figura 1: Consumo y producción de energía (en Mtep) a partir de combustibles sólidos de biomasa en la Unión Europea. Periodo: 2020-2023. Fuente: elaborado por EurObserv´ER, a partir de datos propios para el periodo 2022-203, y de datos de Eurostat para el periodo 2000-2021.
El otro factor que explica esta tendencia es la reducción en la demanda energética debida a la consecución de dos inviernos con temperaturas suaves. El índice “Días de Calefacción”, definido como el número de días en un periodo concreto en el que la temperatura es media diaria es inferior a la temperatura a partir de la cual se considera que es necesario encender la calefacción, fue menor en 2023 (2.821 días) y en 2022 (2.858 días), comparado con los datos del año 2021 (3.126 días).
Los datos publicados por Eurostat indican una reducción en la contribución de los combustibles sólidos de biomasa en el consumo de bioenergía en 2022 (68,6 %) respecto a 2021 (69,1 %). De forma similar, la aportación de los combustibles sólidos de biomasa al total de energía bruta consumida procedente de fuentes renovables se redujo en 2022 (40,3 %) respecto a 2021 (41,5 %). Por tanto, el informe de EurObserv´ER parece indicar que esta tendencia se mantendrá en 2023.
Las importaciones de combustibles sólidos de biomasa en 2023 (1,6 Mtep) también se han reducido respecto a 2022 (2,4 Mtep) y 2021 (3,7 Mtep). Esta disminución en las importaciones se debe al embargo a los pellets de madera de Bielorrusia y a una mayor implementación de la legislación europea respecto al uso de la biomasa en entornos industriales, particularmente para la producción de energía térmica.
Respecto a la contribución de los distintos tipos de combustibles sólidos de biomasa utilizados en la Unión Europea, los datos de Eurostat de 2022 reflejan que la madera, sus residuos y subproductos, suponen el 79,3 % del total. Dentro de este grupo se incluyen los pellets de madera, de los cuales la Unión Europea constituye el primer consumidor a nivel mundial. En 2023, la Unión Europea consumió 22 millones de toneladas, aproximadamente el 50 % del consumo global (44,2 millones de toneladas), de las cuales 1,3 millones de toneladas fueron importadas.
Las lejías negras de la industria papelera representan el 13,7 %, mientras que otros materiales y residuos de origen vegetal, los residuos industriales renovables, el bagazo y los residuos de origen animal, suponen el 4,6 %, 1,6 %, 0,6 % y 0,2 %, respectivamente.
La producción de energía eléctrica a partir de combustibles sólidos de biomasa en la Unión Europea disminuyó en un 12,9 % (9,9 TWh) en 2023 (76,7 TWh) respecto a 2022 (86,7 TWh), y un 17,2 % respecto a 2021 (92,7 TWh). Dentro de estos datos, el 23,18 % en 2023 (17,8 TWh) y el 24,86 % en 2022 (21,5 TWh) se corresponde con la producción exclusiva de energía eléctrica en centrales eléctricas, mientras que el resto corresponde con la producción en plantas de cogeneración: 76,8 % (65,1 TWh) en 2023, y en 75,1 % en 2022 (58,9 TWh). El porcentaje de combustibles sólidos de biomasa que cumplen con los criterios de sostenibilidad establecidos en la Directiva Europea de Energías Renovables 2018/2001 (RED II) incrementó del 92,7 % al 97,8 % en 2023 respecto al año anterior.
Figura 2: Producción de energía eléctrica (en TWh) a partir de combustibles sólidos de biomasa en la Unión Europea. Periodo: 2021-2023 y proyección para 2030. Fuente: elaborado por EurObserv´ER, a partir de datos propios para el periodo 2022-203.
En España, al contrario que en el resto de los Estados miembros, la mayor parte de la energía eléctrica producida a partir de combustibles sólidos de biomasa se produce en centrales eléctricas que producen únicamente electricidad: 81,2 % (3,29 TWh) en 2023, y 83,6 % (4,12 TWh) en 2022. La energía eléctrica producida en centrales de cogeneración fue de 0,76 TWh en 2023 y 0,81 TWh en 2022. En España, el porcentaje de combustibles sólidos de biomasa utilizados para la producción de energía eléctrica que cumplen con los criterios de sostenibilidad establecidos en la incrementó del 93,5% al 97,8 % en 2023 respecto al año anterior.
La producción de energía térmica a partir de combustibles sólidos de biomasa en la Unión Europea disminuyó en un 3,3 % (0,39 Mtep) en 2023 (11,89 Mtep) respecto a 2022 (12,28 Mtep). Dentro de estos datos, el 44,9 % en 2023 (5,34 Mtep) y el 39,6 % en 2022 (4,86 Mtep) se corresponden con la producción exclusiva de energía térmica en centrales térmicas, mientras que el resto se corresponde con la producción en plantas de cogeneración: 55,1 % (6,55 Mtep) en 2023, y en 60,4 % en 2022 (7,42 Mtep). El porcentaje de combustibles sólidos de biomasa utilizados para la producción de energía térmica que cumplen con los criterios de sostenibilidad incrementó del 91,1 % al 98,5 % en 2023 respecto al año anterior. No se facilitan los datos de producción de energía térmica para España.
Respecto al total de energía final consumida en la industria y otros sectores (excluyendo el transporte), la contribución de los combustibles sólidos de biomasa disminuyó en un 3,6 % (2,4 Mtep) en 2023 (65,9 Mtep) respecto a 2022 (68,3 Mtep). El porcentaje de combustibles sólidos de biomasa que cumplen con los criterios de sostenibilidad fue del 98,7 % en 2023 y del 99,7 % en 2022. En España, la contribución disminuyó en un 8,1 % (0,31 Mtep) en 2023 (3,82 Mtep) respecto a 2022 (4,12 Mtep). El porcentaje de combustibles sólidos de biomasa que cumplen con los criterios de sostenibilidad fue del 97,8 % en 2023 y del 98,7 % en 2022.
Por último, el estudio calcula el consumo de energía procedente de combustibles sólidos de biomasa por habitante en los Estados miembros. La media de la Unión Europea es de 0,21 tep; España se encuentra por debajo (0,11 tep), mientras que los países con un mayor consumo son Finlandia (1,56 tep), Suecia (0,93 tep) y Letonia (0,80 tep).
Fuente: EurObserv’ER