El sector europeo del biometano recibirá una inyección de 24.500 millones de euros en inversiones privadas de aquí a 2030, eso sin contar las inversiones adicionales por valor de 2.100 millones de euros, que están aún por asignar.
Ésta es la principal conclusión que arroja la 2ª edición del informe Biomethane Investments Outlook que publica la Asociación Europea del Biogás (EBA). La EBA realiza un seguimiento anual de las inversiones en biometano para prever el crecimiento del sector e identificar mejor las tendencias, los motores y las lagunas del mercado. Las cifras presentadas en este informe se basan en las respuestas de 26 inversores y promotores de proyectos de la EBA, 2 más que en la edición anterior.
La cifra prevista para 2030 apunta a un incremento en la inversión del 30%, con 9.000 millones de euros más que en las estimaciones del año pasado, lo cual pone de manifiesto el compromiso creciente de la industria con los gases renovables. Este incremento se sustenta en la instalación de 950 nuevas plantas de biometano en toda Europa que se sumarán a las 1.300 instalaciones ya operativas.
Poniendo el foco en la capacidad de producción de biometano, Europa pasará a generar 6.300 millones de metros cúbicos (bcm) anuales, lo que podría contribuir a evitar casi 29 millones de toneladas de emisiones de CO2 al año, suministrar energía renovable a cinco millones de hogares europeos durante todo el año y producir 830.000 toneladas de abono anuales.
Las inversiones se localizarán principalmente en Dinamarca (3.600 millones de euros), Polonia (3.400 millones de euros) e Italia (2.400 millones de euros). En el caso de Dinamarca, la cuota de biometano en la red de gas se acerca al 40% y hay planes para aumentar esta producción hasta sustituir el 100% de la demanda de gas antes de 2030.
España, por su parte, se posiciona quinta en el ranking europeo con una inversión de 1.500 millones de euros, lo que situará la capacidad anual de generación de biometano en 5,7 TWh.
Dos años después del lanzamiento del plan REPowerEU, la industria europea se está movilizando rápidamente para alcanzar el objetivo de producción de 35 bcm de biometano para 2030.
Las inversiones son cruciales para liberar plenamente el potencial de producción de biometano y agilizar el desarrollo de nuevas plantas en toda Europa. Asimismo, es esencial aplicar políticas alineadas, mantener marcos reguladores estables y facilitar el uso final a largo plazo del biometano y sus coproductos.