Bruselas propone flexibilizar las ayudas estatales para acelerar la transición ecológica hasta 2030

La Comisión Europea ha propuesto extender hasta el 31 de diciembre de 2030 la relajación de las normas sobre ayudas estatales para impulsar la transición ecológica. Este nuevo marco permitirá a los Estados miembros respaldar proyectos de energías renovables, descarbonización industrial y producción de tecnologías limpias con mayor flexibilidad financiera.

Según un borrador enviado a los Estados miembros y otros actores relevantes, la Comisión prevé formalizar la medida en junio de este año, tras un proceso de consulta que comienza hoy 11 de marzo de 2025. La iniciativa se enmarca dentro del Pacto Industrial Limpio, presentado en febrero, y busca dar a los gobiernos un horizonte de inversión más amplio y predecible.

El marco incluye cuatro categorías principales de apoyo:

  • Energías renovables y almacenamiento: se facilitará la inversión en energía limpia mediante licitaciones simplificadas, asegurando igualdad de condiciones y permitiendo ayudas específicas para tecnologías emergentes como el hidrógeno renovable.
  • Descarbonización industrial: se fomentará la reducción de emisiones en sectores industriales a través de licitaciones o subvenciones directas, con requisitos de justificación de la financiación y un calendario de ejecución definido.
  • Producción de tecnologías limpias: se apoyará la fabricación de baterías, paneles solares, turbinas eólicas, bombas de calor, electrolizadores y tecnologías de almacenamiento y captura de carbono, así como las materias primas críticas necesarias para su producción.
  • Reducción de riesgos para la inversión privada: se permitirá a los Estados implementar medidas para mitigar los riesgos asociados a la inversión en energías renovables, descarbonización y tecnologías limpias.

 

El marco contempla la posibilidad de que los gobiernos europeos concedan ayudas más elevadas en ciertos casos para evitar la fuga de inversiones hacia países con mayor apoyo estatal, garantizando así la competitividad de la industria europea en el mercado global.

El proceso de consulta estará abierto hasta el 25 de abril, tras lo cual la Comisión Europea analizará las respuestas recibidas antes de adoptar la versión final del marco en junio de 2025. Con esta medida, Bruselas busca equilibrar la transición ecológica con la competencia justa en el mercado único, asegurando que las ayudas estatales no generen distorsiones innecesarias. La Comisión Europea recabará las opiniones de las partes interesadas, que se publicarán en la página web (a no ser que se especifique como confidenciales).

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