España ha firmado una Declaración conjunta con Francia, República Checha, Hungría, Italia, Países Bajos, Rumanía y Eslovaquia solicitando la elaboración de un “EU Critical Chemicals Act” alineado con la propuesta de la Comisión Europea de desarrollar un paquete de medidas específicas para la industria química a finales de 2025, con el objetivo de implementar los principios del Pacto por una Industria Limpia (Clean Industry Deal), publicado a finales de febrero de este año. La declaración señala la situación de crisis que atraviesa la industria química europea, que ha reducido su producción en un 12 % entre 2019 y 2023, debido principalmente a los elevados costes energéticos y a la competencia con países fuera de la Unión Europea; y subraya la importancia de establecer líneas de acción conjuntas para la desfosilización del sector químico con el objetivo de reducir su impacto medioambiental.
El documento propone una lista de “moléculas estratégicas” y “moléculas críticas” para la Unión Europea, que constituyen elementos básicos para diferentes industrias y sectores, como la medicina, la alimentación, las tecnologías medioambientales y energéticas sostenibles y la construcción. Actualmente, algunas de estas moléculas se producen únicamente en un número muy limitado de instalaciones en la Unión Europea, lo que supone un riesgo para las actividades económicas que dependen de ellas y para las cadenas de valor asociadas.
La lista propuesta (abierta a su ampliación) en la declaración de “moléculas estratégicas” incluye:
- Etileno, propileno y butadieno.
- Benceno, tolueno y xileno.
- Amoniaco y metanol.
- Cloro e hidróxido sódico.
- Azufre, silicio y carbonatos de sodio.
- Ácido fluorhídrico.
- Metionina y lisina.
Entre estas moléculas, el etileno, el butadieno, el benceno, el amoniaco y los carbonatos de sodio también tendrían la consideración de “moléculas críticas”.
Para aquellas moléculas orgánicas (etileno, propileno, butadieno, benceno, tolueno, xileno, lisina y metionina) que actualmente se producen a partir de precursores petroquímicos, la declaración enfatiza la importancia de fomentar la investigación, el desarrollo y el escalado de moléculas sustitutas de base biológica (moléculas bio-basadas), entre las que destacan:
- Moléculas bio-basadas sin equivalente fósil (8): ácido láctico, ácido itacónico, ácido glutámico, ácido pelargónico, ácido azelaico, ácido 3-hidroxipropiónico, hidroxibutirolactona, sorbitol.
- Moléculas bio-basadas con un elevado potencial como “moléculas plataforma” (productos intermedios de origen biológico, que se obtienen mediante transformaciones de la biomasa, y que pueden utilizarse como materias primas para la producción de productos de base biológica de alto valor añadido) (9): furan, furfural, hidroximetilfurfural (HMF), ácido furandicarboxílico (FDCA), ácido fumárico, ácido málico, ácido levulínico, xilitol/arabitol, butanodiol.
- Moléculas bio-basadas cuya producción resulta más económica que la de sus equivalentes fósiles (3): ácido acético, ácido succínico, propanodiol.
El documento identifica los siguientes retos que condicionar el desarrollo de moléculas alternativas de base biológica:
- La falta de un marco regulatorio sólido para los productos de base biológica, que podría ralentizar su comercialización y reducir su competitividad frente a las alternativas fósiles. En este sentido, la declaración valora positivamente el anuncio de revisión del Reglamento REACH anunciado por la Comisión Europea.
- La financiación insuficiente de proyectos para la investigación, el desarrollo, la innovación y el escalado de sustitutos de base biológica. La declaración propone que aquellos proyectos de producción de “moléculas estratégicas”, incluyendo la renovación, la mejora y la integración con otras industrias y tecnologías (como las plantas de producción de biocombustibles y de bioplásticos, las plantas de reciclaje de plásticos, y otros agentes de la cadena de valor de la industria química) en plantas químicas existentes, tengan la consideración de “Proyectos Estratégicos de la UE” y se facilite su acceso a programas de financiación.
- El acceso y el abastecimiento de fuentes de biomasa de segunda generación. En el caso de que los recursos biomásicos de segunda generación no sean suficientes para cubrir la demanda de productos de base biológica, podría reabrirse el debate sobre el uso de cultivos dedicados para la producción química, como ya ha ocurrido con los biocombustibles.
Desde BIOCIRC respaldamos que esta declaración resalte, de forma explícita, el papel clave de los productos de base biológica para la transformación de la industria química europea y la necesidad de articular iniciativas que fomenten y coordinen la biocircularidad con las políticas europeas en materia de economía circular y reciclaje. Asimismo, resulta estratégico crear mercados sólidos para los productos de base biológica, facilitando el acceso a materias primas biomásicas sostenibles y promoviendo la sustitución de productos químicos de origen fósiles por productos biobasados alternativos.
La Declaración conjunta puede descargarse en el siguiente enlace.