Aprovechando el Foro Internacional de Biocombustibles que el Ministro italiano de Medio Ambiente, Gilberto Pichetto, convocó en Turín (Italia) el pasado 28 de abril como representante de la presidencia de turno del G7, 75 empresas, asociaciones comerciales y organizaciones de I+D firmaron la Declaración Conjunta de Turín sobre Biocombustibles Sostenibles y la presentaron a los Ministros de Medio Ambiente del G7.

«A pesar de los esfuerzos por diversificar las fuentes de energía, los combustibles fósiles siguen cubriendo el 95% de las necesidades energéticas globales del sector del transporte, que actualmente representa el 26% del consumo mundial de energía final y el 21% de las emisiones de CO₂», comienza una declaración conjunta en la que los firmantes expresan su pleno apoyo a unas políticas climáticas y energéticas ambiciosas y a la necesidad de desfosilizar todos los modos de transporte. Para ello, consideran los biocombustibles sostenibles y las cadenas de valor relacionadas entre los principales pilares de la descarbonización del transporte, junto con la electrificación, la eficiencia energética y otros combustibles sostenibles, y reconocen que, durante la transición, el papel de cada tecnología variará con el tiempo y según el país, como reflejo de sus propios recursos, contexto nacional y prioridades de desarrollo sostenible.

La industria de los biocombustibles sostenibles representa un hito en el camino hacia el pleno desarrollo de las biorrefinerías integradas, contribuyendo a la progresiva sustitución de la actual refinería de petróleo en la producción de productos químicos y combustibles sostenibles, un sector con el que la industria está comprometida y en el que ya está invirtiendo esfuerzos y recursos.

«Según la Agencia Internacional de la Energía, la producción y el uso de biocombustibles sostenibles no se están expandiendo actualmente al ritmo y la escala necesarios para ser coherentes con una senda neta cero a mediados de siglo», señala el comunicado, identificando como principales demandas que los firmantes quieren transmitir a los ministros de Medio Ambiente del G7 las siguientes:

• Reconocer la contribución de los biocombustibles sostenibles a la desfosilización el transporte aéreo, marítimo y por carretera, generando al mismo tiempo coproductos en el ámbito de la bioeconomía y la economía circular, recuperando desechos y utilizando residuos.
• Diseñar y aplicar políticas previsibles y orientadas a largo plazo, para facilitar las inversiones necesarias para el despliegue generalizado de tecnologías y cadenas de valor de biocombustibles innovadoras y sostenibles.
• Apoyar políticas tecnológicamente agnósticas y basadas en pruebas que permitan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte aéreo, marítimo y por carretera, sobre la base de un enfoque de evaluación completa del ciclo de vida (ECV).
• Empoderar a los consumidores (B2B y privados) para que elijan productos netos cero y circulares, basados en productos transparentes y huellas de carbono medioambientales, y liderar el camino a través de la contratación pública y las iniciativas de compradores privados respaldadas por los gobiernos del G7.
• Fomentar la innovación en toda la bioeconomía, para ampliar el suministro de materia prima de biomasa a través de la innovación en los mercados agrícolas y las cadenas de valor, como la adopción de prácticas agrícolas sostenibles y rotaciones de cultivos, cultivos de cobertura, intercalados y multicultivos, mejoras de rendimiento y producción de cultivos en tierras marginales y degradadas, y comercializar nuevas tecnologías que puedan convertir en biocombustibles una gama más amplia de materias primas, incluidos los residuos agrícolas y leñosos.
• Crear un entorno que permita explorar las sinergias productivas entre los biocombustibles, el hidrógeno y la captura, uso y almacenamiento de carbono.
• Crear consenso sobre el uso de la contabilidad del carbono y las normas de sostenibilidad en la formulación de políticas, para reducir las cargas reglamentarias, facilitar el comercio y aumentar la confianza entre los consumidores, los responsables políticos y los inversores con respecto a los beneficios de los biocombustibles a través de diferentes materias primas, plataformas tecnológicas, productos y regiones.
• Apoyar iniciativas de capacitación y plataformas de intercambio de conocimientos para facilitar la transferencia de tecnología, el desarrollo de habilidades y el intercambio de mejores prácticas entre las partes interesadas en el sector de los biocombustibles.

Gilberto Pichetto señaló la importancia de mantener abierta la firma de la Declaración hasta la reunión ministerial del G20 que se celebrará en octubre en Brasil, «como señal de una fuerte colaboración y propósito común entre las Presidencias del G7 y del G20», concluyó.