La Junta de Castilla y León, a través de Somacyl, ha abierto la licitación para la redacción del proyecto constructivo, dirección de obra y coordinación de seguridad y salud de la red de calor sostenible de Segovia. Esta infraestructura permitirá abastecer de calefacción y agua caliente sanitaria a más de 7.000 viviendas y 40 edificios terciarios de la ciudad, posibilitando la desconexión de más de 200 calderas de combustibles fósiles.
El presupuesto base para la licitación es de 415.000 euros más IVA, y los interesados podrán presentar sus ofertas hasta el 15 de enero de 2025 a las 14:00 horas. Este proyecto representa una apuesta estratégica por las energías renovables y el ahorro energético en el entorno urbano.
La red utilizará biomasa basada en astilla forestal sostenible, procedente de trabajos silvícolas realizados en los montes de Castilla y León. El consumo estimado será de 30.000 toneladas de astilla al año, con especificaciones que garantizan un rango de humedad entre el 20 % y el 40 %. Esta iniciativa permitirá reducir 19.600 toneladas de emisiones de CO2 anuales, lo que equivale a un ahorro de 6.450 toneladas de petróleo al año. Además, la capacidad de producción de energía térmica renovable de la red alcanzará los 75 millones de kWh útiles al año.
El coste total del desarrollo completo de la infraestructura se estima en más de 22 millones de euros más IVA. Los objetivos clave del proyecto incluyen la sustitución de energías fósiles por biomasa, la reducción de emisiones contaminantes, la digitalización y telegestión de la demanda energética, así como la integración de edificios públicos y privados en un sistema centralizado de suministro térmico.
Los futuros usuarios de la red se beneficiarán de importantes ventajas. Entre ellas destacan la eliminación de equipos propios de producción de calor y chimeneas, lo que reduce riesgos, averías, ruidos y costes de mantenimiento. También se espera un ahorro significativo en la factura energética, junto con la mejora de la calificación energética de los edificios, que podrán alcanzar la categoría tipo A al utilizar una fuente renovable. Además, los edificios conectados ganarán espacio útil y accederán a una tecnología energética constantemente actualizada, con mayores garantías y seguridad en el suministro.