El uso de energías renovables en el transporte crecerá un 50 % para 2030

El consumo de energías renovables en el transporte —incluyendo electricidad, biocombustibles líquidos, biogás e hidrógeno renovable— se espera que aumente un 50 % para 2030, impulsado principalmente por la electrificación del transporte por carretera, que representará el 45 % de este crecimiento, especialmente en China y Europa. Los biocombustibles líquidos contribuirán con un 35 %, con un aumento significativo en Brasil, Indonesia, India y Malasia, gracias a mandatos más estrictos y la creciente demanda de combustible. El transporte aéreo y marítimo aportará un 10 % del crecimiento, mientras que el 10 % restante provendrá de biometano e hidrógeno renovable, concentrado en Estados Unidos y Europa.

Se prevé que los vehículos eléctricos representen más del 15 % del parque automovilístico mundial para 2030, con más de un tercio de los vehículos en China siendo eléctricos, respaldados por la expansión de la infraestructura de recarga y la generación de electricidad renovable, que cubrirá más de la mitad de la demanda eléctrica en mercados clave. En paralelo, el crecimiento del hidrógeno y los e-combustibles se mantiene limitado debido a la falta de decisiones finales de inversión en proyectos de e-queroseno en la Unión Europea.

El sector de transporte por carretera será el de mayor expansión renovable, con un incremento de más de 2 EJ, alcanzando un 8 % del consumo energético total de este subsector en 2030. La mitad de este aumento provendrá de electricidad renovable para vehículos eléctricos, y la otra mitad de biocombustibles líquidos, concentrados en países como Brasil, Indonesia, India, Europa y Canadá. La demanda global de biocombustibles ha sido revisada al alza un 50 % respecto a previsiones anteriores debido al aumento del consumo de combustible y al endurecimiento de los mandatos de mezcla.

El uso de biocombustibles sostenibles en aviación se proyecta que pase de 1.000 millones de litros en 2024 a 9.000 millones en 2030, impulsado por mandatos en la UE, Reino Unido y Japón, así como incentivos en Estados Unidos. En el transporte marítimo, la demanda de biodiésel se duplicará hasta 1.600 millones de litros para 2030, principalmente en Europa, bajo regulaciones de intensidad de gases de efecto invernadero y precios de carbono.

A pesar de la perspectiva positiva, los productores de biocombustibles siguen enfrentando márgenes ajustados, especialmente en biodiésel, diésel renovable y SAF, debido a costos elevados de materias primas y políticas inciertas. Para cumplir las metas aceleradas hacia 2030 será necesario ampliar la disponibilidad de materias primas y adoptar tecnologías emergentes como etanol celulósico y combustibles Fischer-Tropsch, además de mantener incentivos financieros y mandatos de mezcla que aseguren la viabilidad económica y la expansión global de estas energías renovables en el transporte.

Fuente: IEA – International Energy Agency

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