Von der Leyen subrayó que, ante la negativa de Rusia a aceptar un alto el fuego propuesto por Ucrania y su persistencia en la agresión, la Unión Europea aumentará la presión mediante un 18º paquete de sanciones. Estas sanciones buscan debilitar aún más la economía rusa, que ya se encuentra afectada: las reservas del banco central están congeladas, los ingresos energéticos han caído un 80 %, la inflación supera el 10 % y el coste de importar tecnología es seis veces mayor que antes de la guerra.
Una parte central del nuevo paquete se enfoca en el sector energético. Por primera vez, se propone prohibir toda transacción relacionada con los gasoductos Nord Stream 1 y 2. Además, se plantea reducir el precio tope del petróleo ruso de 60 a 45 dólares por barril, adaptándolo a las condiciones actuales del mercado. Para reforzar esta medida, se añaden 77 embarcaciones a la lista de buques sancionados que forman parte de la «flota fantasma» usada por Rusia para evadir restricciones. También se introduce una prohibición de importar productos refinados basados en petróleo crudo ruso, cerrando posibles rutas indirectas de entrada al mercado europeo.
En el sector bancario, se propone transformar la actual prohibición del uso del sistema SWIFT en una prohibición total de transacciones para otras 22 entidades financieras rusas. Además, se extiende esta medida a operadores financieros de terceros países que financien el comercio con Rusia eludiendo sanciones. Se incluyen también el Fondo Ruso de Inversión Directa, sus filiales y proyectos, como una forma de bloquear canales clave de financiación para el desarrollo económico e industrial ruso.
El paquete incluye también nuevas restricciones a exportaciones valoradas en más de 2.500 millones de euros, especialmente en maquinaria, metales, plásticos, productos químicos y tecnologías de doble uso, esenciales para la producción militar rusa. Para asegurar la aplicación efectiva de las sanciones, se amplía el alcance de las prohibiciones existentes y se sancionan 22 empresas (rusas y extranjeras) que apoyan el esfuerzo bélico del Kremlin. Von der Leyen concluyó afirmando que el objetivo de estas medidas es lograr un alto el fuego incondicional de al menos 30 días, que permita aliviar el sufrimiento civil y abrir espacio para negociaciones reales de paz.
