Los Estados miembros de la UE redirigen sus ayudas estatales hacia objetivos de transición ecológica y tecnológicos

La Comisión Europea ha informado, el 8 de abril de 2025, que el gasto en ayudas estatales en la Unión Europea alcanzó los 186.780 millones de euros en 2023, lo que supone una caída del 23 % respecto al año anterior, según el marcador de ayudas estatales 2024 publicado por la Comisión Europea. Esta reducción, atribuida a la retirada progresiva de las medidas excepcionales adoptadas durante la pandemia y tras la invasión rusa de Ucrania, marca un retorno a niveles más habituales de intervención pública. Sin embargo, el análisis revela un cambio significativo en la orientación del gasto: el 73 % del total se destinó a objetivos alineados con las prioridades a largo plazo de la Unión Europea, como la transición ecológica, la innovación o el desarrollo regional.

En términos absolutos, los fondos dedicados a estas prioridades crecieron un 14 %, alcanzando los 136.780 millones de euros, frente a los 119.980 millones del año anterior. La protección del medio ambiente y el ahorro energético fueron los ámbitos que más apoyo recibieron, con 55.320 millones de euros asignados, lo que representa casi un tercio del gasto total. Este esfuerzo fue seguido por las ayudas orientadas a corregir perturbaciones económicas graves, que concentraron el 25 % de los recursos.

Además, el 21 % de las ayudas se canalizó a través del Marco Temporal de Crisis y Transición, con el objetivo de paliar los efectos económicos del conflicto en Ucrania y acelerar el avance hacia una economía climáticamente neutra. En paralelo, aumentó el uso de instrumentos de exención por categorías, lo que facilitó la aprobación de medidas estatales con menores trámites administrativos: el 88 % de las nuevas ayudas se ejecutaron bajo este marco, con un valor total de 70.530 millones de euros.

Según Teresa Ribera, vicepresidenta ejecutiva para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, «el marcador de ayudas estatales publicado hoy indica que la protección del medio ambiente y el ahorro energético fueron los objetivos no relacionados con la crisis a los que los Estados miembros destinaron, con diferencia, las mayores ayudas estatales en 2023. Los datos confirman que las normas sobre ayudas estatales siguen contribuyendo a hacer frente a los retos mundiales en materia de competitividad y transición hacia una energía limpia».

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