La UE avanza en su agenda climática: debate sobre el objetivo de emisiones para 2040 y la transición justa hacia la neutralidad climática 2050

El 17 de diciembre se celebró el Consejo de Medio Ambiente de la UE, donde se discutieron diversos temas relacionados con el cambio climático. Uno de los principales puntos tratados fue el objetivo climático para 2040 y el camino hacia la neutralidad climática en 2050. Esta propuesta, publicada el 6 de febrero de 2024, establece una meta de reducción del 90% en las emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) para 2040, tomando como referencia los niveles de 1990. Este objetivo intermedio es crucial para alcanzar la neutralidad climática en 2050.

En relación con la implementación del marco climático y energético 2030, los ministros destacaron que el éxito del paquete “Fit for 55” es una condición indispensable para alcanzar los objetivos de 2040. Sin embargo, varios Estados miembros señalaron que sectores como transporte, agricultura, edificaciones y uso del suelo enfrentan importantes desafíos, incluyendo la necesidad de apoyar a los grupos más vulnerables y movilizar recursos financieros. Asimismo, algunos delegados pidieron mayor flexibilidad en los objetivos sectoriales para reflejar las particularidades nacionales.

Otro tema central fue la competitividad de la industria europea. Los ministros subrayaron la importancia de garantizar un entorno de estabilidad regulatoria y previsibilidad, junto con un marco político coherente que permita fomentar la innovación, el crecimiento sostenible y la resiliencia económica. Entre las soluciones planteadas, destacaron la necesidad de potenciar las energías renovables, el hidrógeno verde y la modernización de infraestructuras energéticas. También se discutió el rol de las tecnologías de remoción de carbono y la importancia de fortalecer instrumentos como el Mecanismo de Ajuste en la Frontera de Carbono (CBAM) para garantizar una competencia justa a nivel internacional.

En cuanto a la transición justa, los delegados enfatizaron la importancia de involucrar a los ciudadanos, empresas y trabajadores en el proceso de transformación verde. Se destacó la relevancia de la educación, la formación continua y la re-cualificación de la fuerza laboral para asegurar que nadie quede rezagado. También se acordó que es fundamental proteger a los grupos más vulnerables mediante herramientas como el Fondo Social para el Clima, la política de cohesión y el Fondo de Transición Justa.

Finalmente, los ministros discutieron las herramientas de descarbonización, reafirmando que el Sistema de Comercio de Emisiones (ETS) seguirá siendo el eje central de la política climática de la UE. También se analizó la posible ampliación del ETS a sectores adicionales, como agricultura y pequeños buques marítimos, aunque hubo diferencias de opinión al respecto. Además, se subrayó la necesidad de combinar los precios del carbono con otras medidas, como el aumento de la eficiencia energética, el desarrollo de energías renovables y la promoción de tecnologías innovadoras de bajas emisiones.

El Consejo concluyó resaltando la importancia de un enfoque integrado que articule las políticas climáticas, energéticas e industriales. Este enfoque debe fomentar un entorno favorable para la inversión y la innovación, asegurando al mismo tiempo una transición inclusiva y sostenible para todos los sectores de la sociedad.

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