EEA: Accelerating the circular economy in Europe

La economía circular es ahora un concepto ampliamente aceptado. Va más allá de la mera gestión de residuos: se trata más bien de mantener alto el valor de los materiales y hacer que duren más tiempo en su uso previsto. También pretende eliminar de la economía el uso innecesario de materiales. Esto requiere nuevos modelos empresariales y una transición más decidida de los modelos de propiedad a las soluciones basadas en servicios.

El informe ‘Acelerar la economía circular en Europa‘, elaborado por la Agencia Europea de Medioambiente (EEA, por sus siglas en inglés) ofrece un análisis exhaustivo de la situación de la transición hacia una economía más circular en Europa y del fuerte impulso político que hemos visto en los últimos tiempos, junto con opciones y perspectivas para acelerarla aún más.Europa sigue funcionando con un modelo predominantemente lineal, en el que los productos que se comercializan tienden a tener una fase de uso relativamente corta.

Según el informe, en la EU se ha introducido un amplio conjunto de nuevas políticas de circularidad y hay pruebas de un aumento de las actividades circulares en los Estados miembros.

«Desarrollar la economía circular es una parte crucial para hacer frente a la triple crisis planetaria del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. La transformación de nuestra economía hacia principios circulares puede contribuir a aliviar las presiones sobre el medio ambiente y a gestionar las compensaciones», asegura el texto.

Los modelos de negocio giran principalmente en torno a la producción en masa de productos, a menudo sacrificando la calidad, lo que provoca una avería temprana o una obsolescencia prematura. La fuerte dependencia europea de los recursos naturales para obtener materiales, alimentos y combustible conlleva una importante degradación del medio ambiente.

Sin embargo, tras los fuertes aumentos del consumo de recursos en el pasado, esta tendencia se ha estabilizado en los últimos años. Puede observarse una modesta disociación entre el consumo de recursos de la UE y el crecimiento económico, con un ligero descenso del consumo total de materiales mientras aumentaba el producto interior bruto (PIB) de la UE.

Fuente: EEA

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