BIP: Biomethane, a community-based renewable energy solution

El Partenariado Europeo Industrial del Biometano (BIP Europe, por sus siglas en inglés) ha publicado el informe Biomethane a community-based renewable energy solution, en el que se destaca el papel que tendrá el biometano como como vector energético fundamental para el desarrollo de comunidades energéticas.

Las comunidades energéticas habilitan a los ciudadanos para producir, gestionar y consumir su propia energía. Está previsto que en 2050 las comunidades energéticas produzcan la mitad de la energía renovable de la Unión Europea, construyendo así una infraestructura energética renovable, a la vez que se incentiva la participación ciudadana en la transición energética.

Actualmente en Europa, el número de comunidades energéticas está en constante crecimiento, aunque están basadas principalmente en energía solar y eólica. No obstante, el biometano sostenible puede desempeñar un papel fundamental al reemplazar directamente los combustibles fósiles y ayudar a reducir las emisiones de CO₂.  Para desarrollar comunidades energéticas basadas en biometano es necesario mostrar los beneficios del biometano y crear acceso a los diversos flujos de materias primas, como los biorresiduos, o los residuos agrícolas, ganaderos y forestales. Al mismo tiempo, es necesario movilizar a todos los actores locales, para hacer que las comunidades energéticas funcionen y se puedan establecer cadenas de suministro confiables, convirtiendo de esta manera los flujos de desechos y residuos orgánicos en energía verde.

Las características únicas del sector del biometano lo convierten en un vector energético clave para el desarrollo comunidades energéticas debido a las múltiples ventajas que ofrece, como la creación de cadenas de suministro descentralizadas y autosuficientes, dada su conexión con el sector agroganadero.  Este modelo descentralizado favorece el desarrollo de las zonas rurales, ya que genera empleo y reduce los costes de agricultores y ganaderos,  al mismo tiempo que refuerza la circularidad de la economía y protege el medio ambiente mediante la reducción de las emisiones de gases efecto invernadero.

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