Adaptación climática, resiliencia del agua y agricultura, entre las prioridades de Von der Leyen

El Parlamento Europeo eligió a Ursula Von der Leyen presidenta de la Comisión Europea en una votación celebrada el pasado 18 de julio, con 401 votos a favor (superando el umbral de la mayoría absoluta, fijado en los 360 eurodiputados). En este segundo mandato como presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, cuenta con el apoyo de Populares, Socialdemócratas, Liberales y Verdes, y con una mayoría mucho más holgada que en 2019.

Antes de la votación, Ursula von der Leyen presentó sus prioridades políticas para los próximos cinco años en un debate con los eurodiputados. La política alemana considera que «uno de los mayores riesgos para nuestra seguridad es el impacto del cambio climático», con devastadoras consecuencias por medio de las «inundaciones, incendios y sequías». Por eso, una de sus medidas estrella será un Plan Europeo de Adaptación Climática y una Estrategia Europea de Resiliencia del agua, que servirá para apoyar a los Estados miembros, especialmente en preparación y planificación, y asegurar evaluaciones regulares, donde la seguridad hídrica y el agua ocuparán un lugar determinante.

«El agua es un recurso indispensable para la seguridad de nuestra alimentación, energía y economía, pero está cada vez más bajo estrés, debido al cambio climático y a las crecientes demandas», aseguró.

Además, en materia de agricultura, la presidenta de la CE, señaló que buscará que la Política Agrícola Común (PAC) se centre en encontrar un «equilibrio adecuado entre incentivos, inversiones y regulación» y anunció que a raíz del «Diálogo Estratégico sobre Agricultura» iniciado durante los primeros meses de manifestaciones agrarias en 2024, presentará en sus primeros 100 días de mandato una»Visión para la Agricultura y la Alimentación».

«Afrontar ese problema pasa por reforzar los mecanismos de protección civil, abordando todas las facetas de la gestión de crisis y desastres, junto con la construcción de resiliencia comunitaria, y por mejorar la adaptación climática, es decir, prepararse para lo que vendrá más allá de mitigar la crisis reduciendo las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

Pacto de Industria Limpia: seguir avanzando en el despliegue de energías renovables

La presidenta de la CE vinculó el capítulo energético a la situación geopolítica y al denominado «chantaje de Rusia con los hidrocarburos» o el «monopolio de China en materias primas esenciales». Y, en ese sentido, ya el documento de prioridades que publicó antes de defender su reelección en el Parlamento Europeo especificaba la necesidad de «mantener el rumbo en los objetivos del Pacto Verde Europeo y la urgencia por descarbonizar e industrializar nuestra economía al mismo tiempo».

Para lograrlo, la política del PPE considera que la UE debe centrarse en implementar el marco legal existente para 2030 del modo más «sencillo, justo y eficiente en costes» y que necesita un «nuevo Pacto de Industria Limpia para industrias competitivas y trabajos de calidad en los primeros 100 días de mandato». El objetivo será apoyar a las empresas y crear las condiciones adecuadas para lograr objetivos comunes, simplificando, invirtiendo y asegurando el acceso a suministros de energía y materias primas baratos, sostenibles y seguros, señala el documento.

Esto allanará el camino para que la UE cumpla el objetivo que se ha marcado para 2040 de reducir sus emisiones contaminantes en un 90%, que Von der Leyen propondrá hacer legalmente vinculante, incluyéndolo en la Ley Europea de Clima. La alemana plantea además legislación para un Acelerador de la Descarbonización Industrial que apoye a las empresas en la transición verde dirigiendo inversiones a la infraestructura e industria, en particular en sectores de intenso consumo energético.

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